En las primeras etapas, las canchas de baloncesto eran principalmente de madera, un material que hasta el día de hoy es muy valorado por su capacidad para absorber impactos, protegiendo las articulaciones de los jugadores.
Sin embargo, nosotros hemos visto una transición hacia una variedad de superficies, incluyendo asfalto y superficies sintéticas, las cuales son especialmente populares en las canchas al aire libre debido a su durabilidad y bajo mantenimiento.
Las nuevas canchas son de un material de piso acrílico generalmente se prefiere para las canchas de baloncesto que se juegan en áreas abiertas hoy en día. En áreas interiores, se prefiere ampliamente el uso de material de parquet, mientras que en canchas de baloncesto profesionales, el material de piso puede ser preferido como parquet. El piso no debe deformarse para utilizar las áreas para la frecuencia de uso y para una larga vida.
Pasado, presente y futuro del baloncesto en silla de ruedas
Respecto a la historia de este deporte adaptado, sus orígenes se remontan a finales de la II Guerra Mundial, cuando el baloncesto en silla de ruedas fue implantado como terapia de rehabilitación para los soldados estadounidenses que volvían del frente con lesiones medulares.
Convertido en Deporte Paralímpico en los Juegos de Roma de 1960 (aunque la modalidad femenina no se disputó por primera vez hasta los Juegos Paralímpicos de Tel Aviv de 1968), actualmente el baloncesto en silla de ruedas se practica en ochenta países de todo el mundo, siendo uno de los deportes adaptados de referencia. Esta cifra también nos sirve para hacernos una idea del grado de integración social de este deporte y de su nivel de reconocimiento y competitividad.
España es uno de los países con mejor palmarés en este deporte adaptado. La trayectoria de la selección española de baloncesto en silla de ruedas comenzó en 1969. En la actualidad, nuestros jugadores de la selección masculina mantienen su segunda posición en el Campeonato Europeo de Baloncesto en Silla de Ruedas, celebrado en 2019.
Por otra parte, un total de 36 equipos procedentes de 14 Comunidades Autónomas participarán en la 52ª Liga Nacional de Baloncesto en Silla de Ruedas - 32º Trofeo Fundación ONCE, que se jugará en la temporada 2020-2021.
Se trata de 36 clubs, 10 de ellos (los de la División de Honor) profesionales. Esta cifra supone un aumento al alza por tercer año consecutivo de participación en esta liga, algo especialmente importante tras la crisis sanitaria provocada por el COVID-19, y que pone de relevancia que el futuro del baloncesto en silla de ruedas está "en plena forma".